
Rompiendo cadenas
Daniel y sus amigos confiaron en Dios guardando sus preceptos en tierra extranjera y siendo esclavos, desterrados, vivieron en el palacio y ocuparon puestos de asesores y administradores de los bienes del rey de Babilonia. Dios puede romper cadenas.
"Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía"
Cadenas invisibles
Daniel y sus compañeros en Babilonia
En el año tercero del reinado de Joacim rey de Judá, vino Nabucodonosor rey de Babilonia a Jerusalén, y la sitió. Y el Señor entregó en sus manos a Joacim rey de Judá, y parte de los utensilios de la casa de Dios; y los trajo a tierra de Sinar, a la casa de su dios, y colocó los utensilios en la casa del tesoro de su dios.
- Y dijo el rey a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que trajese de los hijos de Israel, del linaje real de los príncipes, muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey; y que les enseñase las letras y la lengua de los caldeos.
Y les señaló el rey ración para cada día, de la provisión de la comida del rey, y del vino que él bebía; y que los criase tres años, para que al fin de ellos se presentasen delante del rey. Entre éstos estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías, de los hijos de Judá.
A éstos el jefe de los eunucos puso nombres: puso a Daniel, Beltsasar; a Ananías, Sadrac; a Misael, Mesac; y a Azarías, Abed-nego.
Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse.
Y puso Dios a Daniel en gracia y en buena voluntad con el jefe de los eunucos; y dijo el jefe de los eunucos a Daniel: Temo rostros más pálidos que los de los muchachos que son semejantes a vosotros, condenaréis para con el rey mi cabeza.
Entonces dijo Daniel a Melsar, que estaba puesto por el jefe de los eunucos sobre Daniel, Ananías, Misael y Azarías: Te ruego que hagas la prueba con tus siervos por diez días, y nos den legumbres a comer, y agua a beber. Compara luego nuestros rostros con los rostros de los muchachos que comen de la ración de la comida del rey, y haz después con tus siervos según veas.
Consintió, pues, con ellos en esto, y probó con ellos diez días.
Y al cabo de los diez días pareció el rostro de ellos mejor y más robusto que el de los otros muchachos que comían de la porción de la comida del rey. Así, pues, Melsar se llevaba la porción de la comida de ellos y el vino que habían de beber, y les daba legumbres.
A estos cuatro muchachos Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias; y Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños. Pasados, pues, los días al fin de los cuales había dicho el rey que los trajesen, el jefe de los eunucos los trajo delante de Nabucodonosor. Y el rey habló con ellos, y no fueron hallados entre todos ellos otros como Daniel, Ananías, Misael y Azarías; así, pues, estuvieron delante del rey.
En todo asunto de sabiduría e inteligencia que el rey les consultó, los halló diez veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en todo su reino.
Babilonia y sus costumbres
El significado de Babilonia es confusión. Por lo general en este país veneraban y practicaban la idolatría al adorar falsos dioses hechos de madera, piedra o metal.
Las costumbres babilónicas eran sacrificar las comidas a sus dioses para después comer y beber, y Daniel decidió no comer la comida del rey aunque en ello les vaya sus vidas.
Daniel y sus amigos confiaron en Dios guardando sus preceptos en tierra extranjera.
"A estos cuatro muchachos Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias; y Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños."
El pan diario
El alimento de los hijos de Dios es su Palabra. Ella nos alimenta para conocer a Dios y de todo el bien que tiene preparado para nosotros. Obedecer y no postrarse delante de otros dioses como Daniel y sus amigos hebreos traerá grandes bendiciones.
Nuestra dieta debe ser alimentarnos todos los días como hacía el pueblo hebreo en el desierto al alimentarse de maná, el pan que caía del cielo diarimente.
Nuestro saber se nutre se lo que vemos y oímos. Si leemos diarios y noticias sabremos mucho de política y de los problemas financieros del país, si mucho nos conectamos a redes sociales sabremos mucho de la vida de nuestros amigos, y al mirar videos o películas del mundo del cine y la televisión.
Asimismo si tenemos por costumbre leer y meditar en la Palabra de Dios sabremos mucho más de Dios y como él está interesado en salvarnos y cuidarnos cada día.
Únicamente de esta manera estaremos fuertes y robustos, con sabiduría y conocimiento espiritual, para enfrentar todos los problemas que nos encadenan y que se nos presenten, como los tuvo Daniel, pero lo superaron al guardar fidelidad a Dios y fueron libres y poderosos aun en Babilonia.
Arturo Krieger para cronicasmisioneras@gmail.com -2021