La Ofrenda diaria
En el Santuario hecho por Moisés en el Antiguo Testamento se realizaban dos ofrendas diarias, una por la mañana y otra por la tarde como recordatorio que el hombre necesita de Dios diariamente.
Oh Jehová, de mañana oirás mi voz;
De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré.
Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.

La ofrenda diaria
La abuelita se levanta muy temprano todos los días. Su deseo es estar delante de su Señor para presentar oraciones y pedir ayuda para cada día.
Su recorrido de pedir bendición diaria abarca a su hijo, hijas, nietos, nietas, y también pedir por las casas de los hermanos de la pequeña congregación local.
Había aprendido de muy joven que la base de un buen cristiano es la oración, lo que fue transformándose al pasar los años en su actividad espiritual diaria por largos períodos.
Hoy con pocas fuerzas, y con mas de 90 años, todavía sigue. Se compra a pedido alguna ropa nueva para ir los fines de semana a los cultos de la Asamblea de Dios.
Nadie le ha enseñado ni ha recibido conocimientos teológicos, para realizar la intercesión diaria por tantos años.
Ese buscar temprano a Dios, las largas oraciones, esas ofrendas diarias traerá multitudes de bendiciones a su familia y cuantos descendientes. Las buenas cosas que traerá como resultado, solo Dios sabe. Pero las promesas de Dios son estas:
Cuando obedezcas la voz del SEÑOR tu Dios, vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán:
"Bendito serás en la ciudad, y bendito en el campo.
Benditos serán el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra y el fruto de tu ganado, la cría de tus vacas y el aumento de tus ovejas.
Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar.
Bendito serás al entrar, y bendito al salir.
El SEÑOR hará que tus enemigos que se levanten contra ti sean derrotados delante de ti. Por un camino saldrán hacia ti, y por siete caminos huirán de ti.
El SEÑOR mandará bendición a tus graneros y a todo lo que emprenda tu mano. Él te bendecirá en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da. Si guardas los mandamientos del SEÑOR tu Dios y andas en sus caminos, el SEÑOR te confirmará como pueblo santo suyo, como te ha jurado. Todos los pueblos de la tierra verán que eres llamado por el nombre del SEÑOR, y te temerán.
El SEÑOR hará que sobreabundes en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tus animales y en el fruto de tu campo, en la tierra que el SEÑOR juró a tus padres que te daría. Él te abrirá su buen tesoro, los cielos, para dar lluvia a tu tierra en su tiempo y para bendecir toda la obra de tus manos. Tú darás prestado a muchas naciones, pero tú no pedirás prestado.
Si obedeces los mandamientos del SEÑOR tu Dios que yo te mando hoy para que los guardes y cumplas, el SEÑOR te pondrá como cabeza y no como cola. Estarás encima, nunca debajo.
No se aparten de todas las palabras que yo les mando hoy ni a la derecha ni a la izquierda, para ir tras otros dioses a fin de rendirles culto."
Deuteronomio 28:1-14
Arturo krieger para cronicasmisioneras@gmail.com - 2021