Jesús nació en Belén de Judea y nuestra fe nace por su entrega en el Monte Calvario, donde murió en nuestro lugar y por cada uno de nosotros. Derramo su sangre para salvar este mundo.

En un lugar llamado Jerusalén

La Ciudad de David

Hay un lugar llamado Jerusalén. Allí nació nuestra fe. Los últimos días de Jesús sucedieron en esta ciudad de Israel.

Para todo cristiano la fe está centrada en la persona de Jesucristo. Desde el día que ingresamos a la iglesia y lo recibimos como nuestro salvador y pasando de las tinieblas a la luz:

"Pues Dios, que dijo que de las tinieblas resplandeciera la luz, es el que ha resplandecido en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Cristo."  2 Corintios 4:6

Asimismo creemos en la salvación futura, como dice la Palabra, pues por esa fe pasamos de muerte a vida y para siempre.

Ahora, Como es esto de que estábamos perdidos y ahora somos salvos? La biblia lo dice: que en Adán todos pecaron y estamos destituidos de Dios, pero que a su debido tiempo envió a su Hijo y por el fuimos rescatados. ¿De qué manera? Pues el único modo fue pagando las consecuencias de ese  pecado original, la ofensa fue hecha a Dios y la condena era la muerte. Entonces Jesús, en mi lugar, pago esa sentencia y  mediante la identificación con El puedo ser justificado delante de Dios y recibir la bendición de la salvación.

En  el Monte Calvario fue crucificado, en las afueras de la Ciudad de Jerusalén.


El paréntesis

Dijo Pablo que ha ocurrido endurecimiento en parte a Israel. "...pero tú no te ensoberbezcas porque así como Dios corto al olivo verdadero y coloco en su lugar al olivo silvestre, puede y tiene poder para volver a colocar al verdadero olivo en su lugar". Porque ha ocurrido endurecimiento en parte a Israel para que nosotros seamos salvos, por la predicación del evangelio, porque de otra manera nunca podríamos ser salvos ni insertos en el plan de El, si no fuera por este acto de misericordia.

Asimismo de esta manera Dios cumple su Palabra de bendecir a todas las naciones y dar a conocer su gloria  en el mundo entero. 

Pues la tierra se llenará del conocimiento de la gloria del SEÑOR como las aguas cubren el mar.                         Habacuc 2:14

Podemos leer sus palabras a Abraham: 

Bendeciré a los que te bendigan, y al que te maldiga, maldeciré. Y en ti serán benditas todas las familias de la tierra. Genesis 12:3

Y le dijo  mira la arena del mar (su pueblo en la tierra) y a las estrellas del cielo (su pueblo  en el cielo) dando a entender la inmensa e innumerable descendencia que tendría el patriarca.

Os digo un misterio dijo el Apóstol. Y ese misterio es el evangelio de Jesucristo y  como Dios salvaría al mundo a través del mensaje del Hijo de Dios como Mesías y Señor para llegar a tener un lugar en la casa Dios. Jesús es la simiente de Abraham que restablecerá el reino de David.

Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. 1 Cor.15:1-2

Este paréntesis de salvación o tiempo de predicación de las buenas nuevas  luego de la muerte y resurrección del Hijo del hombre, para salvación en su nombre a todos los pueblos, hasta su segunda venida. 

Luego de la primera venida de Jesús, Israel fue atacado por los romanos y disperso en los años 70 D.C. aproximadamente, el templo judío fue destruido, y aun a la fecha no se ha podido reconstruir.

De hecho entre la muerte de Cristo y hasta hoy existe una brecha al que se llama paréntesis y es el tiempo donde se ubica la Iglesia para predicar el mensaje de salvación por  la fe en Jesucristo. Ella es la encargada de transmitir el mensaje que fue oculto desde la fundación del mundo para salvación de las naciones. 

Que  algunas iglesias cristianas fueron desvirtuada en sus fines, casándose con el estado imperialista, es otro tema de discusión, pero el mensaje no se ha detenido y las voces se han multiplicado y ese mensaje sigue y seguirá hasta que Dios lo determine. El tiempo de todas las cosas es decidido  solo por El.

Preguntaron a Jesús cuando regresaría y la respuesta fue que el Hijo del hombre retornara en un momento menos esperado, así como un  ladrón en la noche, sin aviso previo. 

Vemos en la parábola del Buen Samaritano, el pago al mesonero para el cuidado del enfermo por dos días, coincidentemente con las palabras de Pedro "Para Dios un día es como mil años, y mil años como un día..." . 

Han pasado ya dos mil años de la primera venida. Jesús viene pronto.


Arturo Krieger para cronicasmisioneras@gmail.com

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