Elías y la Viuda
En tiempos antiguos durante el reinado de Acab en Samaria, Israel, Dios envía una sequia que dura tres años y medio a causa de la idolatría y abandono a Jehova Dios de Israel. Al casarse este rey con Jesabel hija del imperio Sidonio se trae profetas y falsos dioses para ser adorados.

Época
Reinado de Acab
1 Reyes 16:29-33
Comenzó a reinar Acab hijo de Omri sobre Israel el año treinta y ocho de Asa rey de Judá.
Y reinó Acab hijo de Omri sobre Israel en Samaria veintidós años. Y Acab hijo de Omri hizo lo malo ante los ojos de Jehová, más que todos los que reinaron antes de él.
Porque le fue ligera cosa andar en los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, y tomó por mujer a Jezabel, hija de Et-baal rey de los sidonios, y fue y sirvió a Baal, y lo adoró.
E hizo altar a Baal, en el templo de Baal que él edificó en Samaria.
Hizo también Acab una imagen de Asera, haciendo así Acab más que todos los reyes de Israel que reinaron antes que él, para provocar la ira de Jehová Dios de Israel.
Dificultades son muchas
Calamidades o adversidades que sufre la humanidad ha ocurrido en reiteradas ocasiones a través de la historia, y en consecuencia las dificultades son muchas, ni plantar ni cosechar da frutos, el trabajo no rinde, ni comprar o vender, como consecuencia la primera víctima siempre es la economía familiar.
Situaciones similares hoy en día sumados a otros problemas, las familias sienten necesidades o faltantes que traen angustias y obstáculos difíciles de superar. En nuestro país, la Argentina, vivimos continuamente con muchos problemas económicos, sociales y políticos que traen pobreza y miseria y necesitamos mirar a Dios para superarlas.
Dónde y cómo encontrar la bendición
La Biblia cuenta que en la antigüedad, en tiempos de Elías hubo una sequía que tuvo una duración de tres años y medio (1 Reyes 17 y Sant.5:17), las penurias surgieron, pero Jehova ayudó a su profeta. Elías era su profeta y por Él fue siempre fue cuidado.
Cuando Israel se perdía en adoración a dioses de la fertilidad, Jehová envía en forma directa su castigo con una sequia de larga duración manifestando su completo dominio sobre la naturaleza y demuestra el error de adorar falsos dioses.
"Como el gorrión en su vagar, y como la golondrina en su vuelo, Así la maldición nunca vendrá sin causa" (Proverbios 26:2)
Elías predice la sequía
Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab (el rey de esa época en Samaria):
"Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra."
Y vino a él la palabra de Jehová, diciendo:
Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán. Beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer.
Y él fue e hizo conforme a la palabra de Jehová; pues se fue y vivió junto al arroyo de Querit, que está frente al Jordán. Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne por la tarde; y bebía del arroyo. Pasados algunos días, se secó el arroyo, porque no había llovido sobre la tierra.
Elías y la viuda de Sarepta
Vino luego a él palabra de Jehová, diciendo:
Levántate, vete a Sarepta de Sidón, y mora allí; he aquí yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente.
Entonces él se levantó y se fue a Sarepta.

Elías se traslada desde Querit, cerca de Jericó hasta Sarepta de Sidón, ciudad ubicada a 128 km al norte.
Camino a Sarepta
Y cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña; y él la llamó, y le dijo:
Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso, para que beba. Y yendo ella para traerla, él la volvió a llamar, y le dijo: Te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano.
Y ella respondió:
Vive Jehová tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir.
Elías le dijo:
No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y traela; y después harás para ti y para tu hijo. Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra.

Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos días. Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías. 1 Reyes 17:1-24 -
Compartir lo poco
Ante la escasez el primer pensamiento es "Mejor es guardar para que no falte nada".
Pero en contrario vemos en este relato bíblico como es notable que la viuda, aun teniendo hijo para alimentar, ayudó y compartió su pan con el peregrino profeta:
"Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó" además comieron mucho tiempo "...Ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos días."
La bendición vino al compartir, al obedecer lo que Dios pide, sin mirar los tiempos o las circunstancias, la fe en el Todopoderoso es la mejor manera de superar las crisis.
En medio de la gran sequía Vemos que no hubo necesidades para Elías, que fue siempre fiel a su Dios, tampoco para la familia que cuidó y compartió aunque poco tenia.
Arturo Krieger para cronicasmisioneras@gmail.com -2021