Crónicas Misioneras

¿A Quien Iremos?

Alimentación de los 5 mil. El primer milagro de la multiplicación.


Muerte de Juan el bautista (Mateo 14:3 al 11)

En tiempos de Jesús había en Israel un rey llamado Herodes, y estaba casado con la esposa de su hermano. El profeta Juan siempre le reprochaba que vivía en desagrado a los mandamientos de Dios.

Un dia hubo en una gran fiesta en el Palacio. Festejaba Herodes con muchos amigos y personalidades.

"...Pero en el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías salió a bailar delante de los invitados, y le gustó tanto a Herodes, que le prometió bajo juramento darle cualquier cosa que pidiera. Ella entonces, aconsejada por su madre, dijo a Herodes:

-Dame en un plato la cabeza de Juan el Bautista.

Esto entristeció al rey Herodes; pero como había hecho un juramento en presencia de sus invitados, mandó que se la dieran. Ordenó, pues, cortarle la cabeza a Juan en la cárcel; luego la llevaron en un plato y se la dieron a la muchacha, y ella se la entregó a su madre.

Mateo 14:6 al 11

Jesús recibe la noticia de la muerte de Juan el bautista (Mateo 14:13)

Que triste noticia que los discípulos de Juan deben llevar al Señor. Corren a Él y le dicen que ha sido ejecutado. Juan está muerto.

Enterado el Señor, pide una barca y se dirige a un lugar alejado. Una gran tristeza por la muerte del profeta, su primo Juan, un hombre que daba testimonio de Dios, ahora había sido ejecutado.

Se retira a meditar y pensar, seguramente en las maldades que hay en el hombre.

Y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre.

Juan. 2: 25

Jesús alimenta a los cinco mil (Mateo 14:14 al 21)

Enterada la gente hacia donde había ido Jesús le siguieron, quien al ver esa multitud se conmovió. Eran multitudes que andaban como ovejas sin pastor. Entonces se acercó y les enseñaba, los libraba de los malos espíritus y los sanaba de sus enfermedades.

Tenía fuerzas para compartir palabras de vida y hacer muchos milagros.

Pasada las horas se hizo tarde. Los apóstoles le pidieron que despida a la muchedumbre, para que vayan a comprar comida. En ese lugar era difícil conseguir algún alimento, y más para tanta cantidad de gente.

Jesús les habla y les dice "Denle de comer ustedes."

Los apóstoles, sorprendidos explican que mucho va costar alimentar a tantos, más cuando lo único que habían conseguido eran 5 panes y 2 peces.

Jesús ya sabía la respuesta. Pero quería saber qué dirían delante de ese problema de alimentar a la gran multitud.

Pidió Jesús los panes y peces, agradecieron y partieron y repartieron para todos, alcanzando y aún ¡Ha sobrado doce cestas llenas!


"Al oírlo, Jesús se apartó de allí en una barca a un lugar desierto y apartado. Cuando las multitudes oyeron esto, lo siguieron a pie desde las ciudades. Cuando Jesús salió, vio la gran multitud y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que entre ellos estaban enfermos. Al atardecer, sus discípulos se acercaron a él y le dijeron:

-El lugar es desierto, y la hora ya avanzada. Despide a la gente para que vayan a las aldeas y compren para sí algo de comer.

Pero Jesús les dijo:

-No tienen necesidad de irse. Denles ustedes de comer.

Entonces ellos dijeron:

-No tenemos aquí sino cinco panes y dos pescados.

Él les dijo:

-Tráiganmelos acá.

Luego mandó que la gente se recostara sobre la hierba. Tomó los cinco panes y los dos pescados y, alzando los ojos al cielo, los bendijo. Después de partirlos, dio los panes a sus discípulos, y ellos a la gente. Todos comieron y se saciaron, y se recogieron doce canastas llenas de lo que sobró de los pedazos. Los que comieron eran como cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.

Mateo 14:13 al 21

El verdadero Pan

Jesús miraba a su Padre, El hacia todo aquello que El le mostraba. Este milagro demostró la generosidad y la bondad, de gran trascendencia para ese día y para la eternidad.

El pan de vida vino para alimentar a las multitudes, aunque primero debería partirse. La Palabra escrita por Moisés forman los cinco primeros libros de la Biblia o Pentateuco, ademas complementan el testimonio la ley y los profetas. Era el alimento para Israel y que partido y multiplicado por el poder de Dios alcanzaría aun para las doce tribus de Israel.

Ese compartir el pan sobre verdes pastos trae a la memoria el Salmo que dice:


Jehová es mi pastor, nada me faltará.

En lugares de delicados pastos me hará descansar;

junto a aguas de reposo me pastoreará.

Confortará mi alma.

Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.

Salmos 23:1-3

Jesús con este milagro decía a Israel que El era el Pan, el alimento que lleva a vida eterna.

Jesús rechaza ser proclamado rey (Juan 6:15)

Al otro día comienza nuevamente a llegar muchísima gente a Capernaum. Personas caminando o en barcos, a esa ciudad costera del Mar de Galilea.

La multitud deseaba que Jesús se convierta en el rey de Israel.


" Cuando lo hallaron al otro lado del mar, le preguntaron:

-Rabí, ¿cuándo llegaste acá?

-Rabí, ¿cuándo llegaste acá?

Jesús les respondió diciendo:

-De cierto, de cierto les digo que me buscan, no porque han visto las señales sino porque comieron de los panes y se saciaron. Trabajen, no por la comida que perece sino por la comida que permanece para vida eterna que el Hijo del Hombre les dará; porque en este, Dios el Padre ha puesto su sello.

Entonces le dijeron:

-¿Qué haremos para realizar las obras de Dios?

Respondió Jesús y les dijo:

-Esta es la obra de Dios: que crean en aquel que él ha enviado.

Juan 6:25-29

Y muchos se fueron y dejaron de seguir a Jesús.

Y muchos se alejaron enojados. Esperaban un rey y riquezas para ese momento que los alimente, que los sanase, los cuidará y les diera el alimento siempre.

"Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él." Juan 6:65-67

Pero el plan de Dios no estába en lo pasajero y temporal. Sus planes son eternos, quería una libertad muy superior. En primer lugar deseaba liberarnos del mayor enemigo, que es el pecado que nos rodea, del mal invisible que nos tienta y de la muerte eterna a la que estábamos condenados. Jesús conociendo los planes de Dios, eligió ese camino y rechazó a la propuesta de sus hermanos. Pregunta a los que se quedaron con él, también estaban sus discípulos:

Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros?

Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.

Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

Juan 6:67-69


¿Jesús podría haber sido rey en esa aclamación?

Para constituir una nación o un reino se necesitan cuatro cosas: un rey, un territorio, una ley y un pueblo o subordinados.

Y todos los elementos estaban.


Jesús entendía y sabia para que vino y rechaza ser proclamado rey en ese momento.

La Biblia dice que en su primera venida se manifestó como profeta y como siervo sufriente (Isaias 53) y en los postreros tiempos volverá nuevamente y sera coronado como Rey de reyes (Apocalipsis 19).



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